¡Bienvenidos a The Oculus, una de las joyas arquitectónicas más alucinantes de Nueva York y un lugar imprescindible si estás de visita por el Lower Manhattan! Conocido oficialmente como el Centro de Transporte del World Trade Center, esta estructura futurista diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava no es solo una estación de tren: es un símbolo de esperanza, un paraíso para ir de compras y un sitio perfecto para tus fotos. ¡Aquí te contamos todo lo que necesitas saber para sacarle el jugo a tu visita, con datos curiosos!
¿Qué es The Oculus?
Ubicado en el corazón del complejo del World Trade Center, The Oculus es un centro de transporte que conecta los trenes PATH a Nueva Jersey con 11 líneas de metro cercanas, como las estaciones de Fulton Street o Cortlandt Street. Abrió sus puertas en marzo de 2016 tras 12 años de obras y es la tercera estación de tren más grande de Nueva York, después de Grand Central y Penn Station. Pero no es solo para los que van en tren: ¡su diseño extravagante y sus tiendas lo convierten en un imán para turistas!
¿Por qué merece la pena visitar The Oculus?
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Arquitectura que te deja con la boca abierta: Con forma de paloma que alza el vuelo desde las manos de un niño, The Oculus es una obra maestra de Santiago Calatrava que mezcla arte y utilidad. Su exterior blanco con «costillas» y su interior altísimo son un sueño para los amantes de la fotografía.
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Tiendas y comida a tope: Con 365,000 pies cuadrados, más del 60% está lleno de tiendas y restaurantes, desde marcas de lujo hasta sitios rápidos como Starbucks o Sweetgreen.
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Conexión con el 11-S: Construido en el lugar de la antigua estación del World Trade Center destruida en los ataques del 11 de septiembre, The Oculus simboliza la resiliencia y el renacer de Nueva York. Está a dos pasos del Memorial y Museo del 11-S, así que es una parada natural en tu visita a la Zona Cero.
Datos Curiosos sobre The Oculus
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¡Un edificio caro!: Construir The Oculus costó 4,000 millones de dólares, el doble de lo planeado, lo que lo hace la estación de tren más cara del mundo. ¡Con eso podrías comprar unos 40 millones de bagels neoyorquinos!
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Acero traído de medio mundo: Sus 11,500 toneladas de acero especial eran tan únicas que solo cuatro empresas en el mundo podían fabricarlo, y mucho vino de Italia y España.
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Una paloma de paz: Calatrava diseñó The Oculus para que pareciera una paloma liberada, simbolizando paz y esperanza. Cada 11 de septiembre, su claraboya retráctil se abre durante dos horas, dejando que el sol ilumine el interior justo en el momento en que cayó la segunda torre gemela.
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Paraíso de selfies: The Oculus es una estrella en redes sociales, ¡lo llaman el “Meca de los selfies” de Nueva York! Sus suelos de mármol blanco y sus costillas gigantes hacen que cualquier foto sea digna de Instagram.
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Tamaño bestial: Mide 350 pies de largo y tiene 75,000 pies cuadrados de tiendas. ¡Es como una mini ciudad bajo techo! Cada día pasan 250,000 viajeros y millones de turistas al año.
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Un lío para construir: Mover más de 580 piezas de acero (algunas de más de 30 metros) por las calles de Manhattan fue una pesadilla logística que costó 3 millones solo en transporte. Usaron grúas gigantes, de las más grandes jamás vistas en Nueva York.
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Algo de polémica: No todos fliparon con su diseño extravagante ni con el dineral que costó. Algunos critican las escaleras estrechas en hora punta o los suelos de mármol resbaladizos en días lluviosos, pero su belleza sigue atrayendo a todo el mundo.
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Eventos: Además de trenes y tiendas, The Oculus organiza mercadillos, exposiciones de arte y hasta eventos como The Strangers Project, donde la gente dejaba mensajes anónimos. ¡Echa un ojo a las decoraciones navideñas si vas en diciembre!
Consejos para tu Visita
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Los mejores sitios para fotos: Saca fotos del exterior desde las piscinas del Memorial del 11-S para un fondo épico con el skyline, o dentro del hall principal con la luz entrando por la claraboya. Desde Church Street tienes un ángulo chulo de las “alas” de la paloma.
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Cómo llegar: Coge el PATH hasta la estación World Trade Center o las líneas de metro (4, 5, J, Z, A, C, 2, 3, N, R, W o E) hasta Fulton o Cortlandt Street. Las entradas están accesibles desde el 4 World Trade Center por Liberty Street.
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Gratis: No hace falta pagar nada para pasear así que es una parada ideal si vas justo de presupuesto.
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Zona Cero: Aprovecha para visitar el Memorial del 11-S (gratis) o el Museo (Entradas 9/11 Memorial) para un día con mucho significado. Los tours guiados de la Zona Cero suelen incluir The Oculus y cuentan historias personales del 11-S. Una visita al One World Observatory en la torre de la libertad tampoco es mala idea. Entradas One World Observatory.
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¿Necesitas ayuda?: Busca el mostrador de información cerca de las líneas de metro, frente a la entrada del PATH, para orientarte.
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Cuándo ir: Las mañanas son más tranquilas para fotos, mientras que las tardes tienen un ambientazo con las luces y los viajeros. Evita las horas punta si quieres calma.
Por qué visitar The Oculus
The Oculus no es solo un edificio bonito: es un símbolo de la fuerza de Nueva York, levantado sobre las cenizas del 11-S. Su diseño único y su ubicación céntrica lo hacen perfecto para turistas que quieren mezclar arquitectura, historia y el rollo moderno de la ciudad. Ya sea para tomar un café, ir de compras o empaparte de la emoción de la Zona Cero, The Oculus te va a dejar con la boca abierta.
Así que, cuando estés por el Lower Manhattan, métete en esta maravilla arquitectónica, saca unas fotazas y siente el pulso de una ciudad que nunca para. ¡A disfrutar!
Escrito por un fan de Nueva York, inspirado por la energía y las historias infinitas de la ciudad. Image by CrissBeth